CLIMAROMA comparte sus avances en congresos internacionales
Novedades de proyectos
Este verano, investigadores del proyecto CLIMAROMA han participado en dos de los congresos internacionales científicos de mayor relevancia en el ámbito de la viticultura y la enología: Macrowine 2025 (Bolzano, Italia, 24–27 de junio) y GiESCO 2025 (Geisenheim, Alemania, 27–31 de julio).
En Macrowine 2025, Ignacio Arias (ICVV), Ignacio Ontañón y Mónica Bueno (IA2, Universidad de Zaragoza) y en GiESCO 2025 Olivier Geffroy (École d’Ingénieurs de Purpan) presentaron trabajos centrados en el impacto del clima y la maduración de la uva sobre la calidad aromática del vino de garnacha.
En uno de los trabajos se ha desarrollado un nuevo método para extraer y analizar algunos compuestos carbonílicos que podrían están relacionados con olores verdes relacionados con problemas de maduración. Las ventajas de esta propuesta respecto a las metodologías normalmente utilizadas es que se evita el uso de derivatizantes que acortan la vida útil de las columnas cromatográficas. Tras probar con distintas técnicas de preconcentración e introducción de muestra, la metodología final combina la extracción en fase sólida (SPE), con la posterior extracción por sorbente en barra agitadora (SBSE) presentando una buena reproducibilidad y límites de detección. Finalmente se probó en muestras de vino procedentes de uvas con distinto nivel de maduración.
Siguiendo el tema de la maduración, se presentó un estudio realizado en los 28 viñedos de Garnacha (España y Francia) seleccionados en el proyecto, que analizó el impacto del clima y la madurez en el aroma del vino. Se tomaron muestras en dos momentos clave de maduración: P1 (21,0 ± 2,0 °Brix) y P2 (10–14 días después). Se aplicaron pruebas sensoriales como Sorting Task, Análisis Descriptivo y herramientas estadísticas (MDS, AHC, CA) para caracterizar el perfil aromático. En zonas frescas, especialmente en P1, predominaron notas vegetales y oxidativas pudiéndose deber a la menor madurez fenólica y posible presencia de aldehídos. En climas cálidos y en P2, aparecieron aromas frutales y sobremaduros. Estos resultados ayudarán a comprender el efecto del cambio climático en la calidad aromática del vino.
Continuando con las mismas muestras el último trabajo estudió el potencial aromático de la uva mediante la elaboración de mistelas hidrolizadas, un modelo que permite predecir el perfil aromático de la uva mediante GC-MS. Para ello se añadió un tercer punto de madurez, P3, (10–14 días después de P2). Los análisis revelan que, a medida que avanza la maduración, los compuestos aromáticos aumentan, y las diferencias entre zonas climáticas se mantienen claras. En cuanto al análisis de los vinos, en P1, los vinos de las tres zonas ya muestran perfiles aromáticos distintos. De P1 a P2, los vinos de las zonas más cálidas evolucionan más, volviéndose más similares entre sí, mientras que los de la zona más fría cambian menos y se mantienen diferenciados. Esta primera vendimia, ha permitido identificar 25 compuestos en uva y 30 en vino que discriminan entre zonas climáticas. Estos resultados permitirán asociar perfiles aromáticos concretos a variables climáticas y definir nuevas zonas vitícolas óptimas frente al cambio climático.
La presencia de CLIMAROMA en ambos congresos refuerza la proyección internacional del proyecto y su contribución al conocimiento científico sobre la adaptación de la viticultura y la enología al contexto del cambio climático.